Giant Trance X Advanced Pro 29 1
08/07/2021
El MTB es un deporte en constante evolución, no sólo por la lógica y propia evolución de las bicicletas y los materiales, sino en su propia concepción. En poco tiempo hemos pasado de tener una bici para todo a tener distintas modalidades con bicicletas claramente distintas de una a otra… hasta hace poco.
Desde hace algún tiempo, unos pocos años, estamos viendo cómo algunas de las anteriores categorías se van fusionando gracias, en gran medida, a la mayor efectividad de las bicicletas en todos los terrenos. Si antes una bici muy bajadora no subía nada bien, ahora nos encontramos bicicletas con una concepción bajadora que también ofrecen un buen rendimiento subiendo. O al revés. Y la Giant Trance X es un buen ejemplo de ello.
Y es que, si antes una bici con una horquilla de 150 mm de recorrido y barras de 36 mm estaba claramente enfocada a bajar, ahora nos encontramos que también puede subir a un ritmo vivo y agradable, que gracias a los flip chip podemos modificar ligeramente su geometría para adaptarla a nuestro uso mayoritario y rutas, y que sistemas de suspensión como el Maestro de Giant ofrece un buen compromiso cuando pedaleamos, aun sin bloquear las suspensiones. Pero vamos a analizar cada cosa en su dimensión.
Trail, all-mountain, enduro light… ¿Qué es la Giant Trance X?
¿Cómo calificamos una bici con 135 mm de recorrido de suspensión trasera? Hace poco sería una trail, casi una all-mountain. Pero si le añadimos una horquilla de 150 mm y barras “gordas” la cosa ya empieza a cambiar. Si, además, le añadimos un flip chip que permite modificar el ángulo de la dirección de 66,2 a 65,5 grados, el del tubo del sillín de 77,9 a 77,2 grados y la altura libre del pedalier, cualquier intento de etiquetarla se difumina. Y eso es lo que ocurre con la Giant Trance X, es una bicicleta difícilmente etiquetable, entendiendo esto como algo muy bueno, ya que su rango de acción es muy amplio.
A priori, el impacto visual de la Trance X, e incluso la sensación al subirnos en ella, es que vamos a lidiar con una bicicleta preparada para bajar, con un manillar muy ancho (780 mm), ligeramente elevado y con una potencia muy corta. A esto también contribuye el generoso tamaño de los neumáticos, las barras de la horquilla Fox 36 y el amortiguador Fox DPX2 Float EVOL. Pero también guarda otras sorpresas.
El cuadro es de fibra de carbono tipo Advanced, tanto el triángulo principal como el trasero y la bieleta superior, aunque la bieleta inferior es de aluminio. El resultado, con un montaje con componentes bastante robustos es un peso de 13,24 kg en talla M. Quizá no bata récords de ligereza, pero teniendo en cuenta que hay componentes casi de bicicleta de enduro, es muy destacable.
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Montaje y equipamiento cargado de detalles
Otra de las cosas destacables de la Giant Trance X es el buen nivel de acabados y detalles que tiene. Hablamos de la gama Trance X Advanced PRO, que está compuesta por tres modelos, el superior (0) cuyo PVP es de 9.199 €, el intermedio (1), que es el que he probado y cuyo PVP es de 5.799 € y el 2, que cuesta 4.599 €. Todos ellos cuentan con tija telescópica y los protectores de vaina y caja del pedalier/tubo diagonal de serie.
Y es que es de agradecer la inclusión de ambos dos protectores, en goma rígida y muy resistentes, en dos zonas tan críticas. La vaina izquierda está protegida en la parte superior y en la inferior, la goma de la parte superior cuenta con un diseño de dientes de sierra cuadrados (o tacos) que, además de proteger de los golpes de la cadena, minimiza ruidos y vibraciones, mientras que el del tubo diagonal y caja del pedalier protege de golpes una zona tan sensible.
La elección del resto del equipamiento está en consonancia con las suspensiones, son piezas orientadas a tener un gran control bajando, manteniendo, eso sí, el peso a raya. Manillar de fibra de carbono, potencia corta de 40 mm (50 mm en las tallas grandes), tija telescópica de 150 mm… Todos estos componentes, especialmente las suspensiones, están analizados más en profundidad en la sección de detalles.
Sólo un par de comentarios más sobre el equipamiento de la Giant Trance X Advanced PRO 29 1; el grupo está en manos de Sram, con una transmisión de manetas y desviador GX Eagle, casete 10-52 y bielas Truvativ Descendent 6K Eagle con un plato de 30 dientes. Los frenos Sram G2 R de cuatro pistones el delantero, con discos de 200 mm delante y 180 mm detrás, han tenido un comportamiento intachable. Como puedes comprobar, nuevamente nos encontramos con un equipamiento con clara orientación bajadora. También en esta línea encontramos las ruedas, unas Giant TRX-2 de fibra con neumáticos Maxxis Minion DHF de 2,5” delante y Dissector 2,4” detrás.
En acción con la Giant Trance X
Tengo que decir que la posición de conducción de la Giant Trance X, independientemente de la posición del flip chip, da la sensación de estar bastante alta. Sin embargo, esto tiene varias ventajas destacables, como el hecho de que en pasos técnicos y con obstáculos no golpeemos el pedalier o los pedales con las rocas, raíces… También que a la hora de pedalear adoptamos una posición más rutera y cómoda. Subir por pistas forestales, por ejemplo con desniveles suaves, es muy agradable ya que no tenemos sensación de incomodidad o de ir perdiendo efectividad en cada pedalada, sino que podemos disfrutar mucho del paisaje y las subidas.
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De hecho, a pesar de moverme mucho por terrenos menos técnicos, opté por dejar el flip chip en la posición Low (orientada al descenso) para ganar esa manejabilidad extra en las bajadas. E insisto, todo ello sin notar una gran pereza en las subidas y en las zonas de pedaleo.
A ello contribuye también que el sistema Maestro (un sistema basado en un amortiguador flotante, aunque va anclado también al cuadro, con 4 puntos de giro) aísla bastante bien el efecto de la pedalada, aunque es cierto que echaremos de menos un bloqueo remoto cuando nos pongamos de pie. No porque no se puedan bloquear las suspensiones, sino por la comodidad de hacerlo desde el manillar. Pero bueno, esto es algo que los usuarios más trail también notarán y los más endureros no necesitarán.
Y es que si hago hincapié en el aspecto pedaleador de la Giant Trance X es por dos motivos. El primero es porque, casi siempre, antes de bajar debemos subir; y simplemente cuando la vemos ya intuimos que bajar y sortear obstáculos lo va a hacer… y muy bien.
En zonas muy bacheadas o a la hora de aterrizar de saltos y grandes impactos la horquilla es una brutalidad, muy rígida y absorbente (hay que hacer muy bien el set-up, eso sí, como digo en la mención aparte en la que hablo de las suspensiones). Pero también sorprende el buen trabajo y aprovechamiento de los 135 mm traseros. Si alguien se piensa que no son suficientes para un uso agresivo, le recomiendo recuperar el artículo que hizo mi compañero Iván en el Bike Park de La Pinilla con la anterior generación de la Giant Trance Advanced, que contaba con menos recorrido. Porque a veces menos es más… y porque siempre es más importante el cómo se aprovecha el recorrido que el simple número de centímetros que se mueve la rueda.
Otra cosa que llama la atención es que, pese a que la posición de conducción es elevada, el centro de gravedad está más alto que en otras bicicletas quizá con un corte mucho más enfocado al enduro (todo ello pese a tener el flip chip en la posición Low), se mueve bastante muy bien en curvas; el reparto del peso está muy equilibrado y si entramos en la curva poniendo una ligera presión sobre la rueda delantera se consigue un gran agarre, además de que es fácil de manejar y cambiar la posición de la trasera simplemente jugando con nuestro peso y las inercias.
Conclusión
La Giant Trance X Advanced PRO es una bici que podríamos considerar total. Tiene un rendimiento más que aceptable en llano y subiendo y un gran desempeño bajando, al punto que con ella podremos disfrutar de cualquier recorrido, e incluso carrera, por complicado que nos parezca a priori.
Con poco más de 13 kg se siente ligera, se mueve muy bien y tiene mucho recorrido para hacer modificaciones según queramos adaptarla a nuestras necesidades. No sólo por la capacidad de adaptación o personalización gracias al flip chip, sino también porque podemos buscar componentes menos endureros y algo más ligeros para lograr una bicicleta más pedaleadora; a veces es algo tan sencillo como usar unos neumáticos más rodadores y menos agresivos.
Si no estamos buscando una bicicleta pura de XC o XCM, o de enduro (mejor dicho, enduro extremo), la Trance es una gran opción, una bicicleta que ha terminado de difuminar el segmento entre el trail, el all-mountain e incluso el enduro light. Una bicicleta con la que podremos hacer, prácticamente, de todo.
Cosas de familia
La familia Giant Trance X Advanced Pro está compuesta por tres modelos cuyos precios van desde los 9.199 € de la versión con las suspensiones inteligentes (con gestión electrónica) Fox Liv Valve y un grupo Shimano Deore XT, hasta los 4.599 €. La familia Advanced se caracteriza por tener el cuadro completo de fibra de carbono. Aparte, con el cuadro de aluminio, encontramos otros tres modelos, llamados Trance X y cuyos PVP van desde 2.699 € hasta 3.899 €.
- Giant Trance X Advanced PRO 29 0 – 9.199 €
- Giant Trance X Advanced PRO 29 1 – 5.799 €
- Giant Trance X Advanced PRO 29 2 – 4.599 €
La bici al detalle...
La Fox 36 Performance Elite con cartucho Grip2 merece un apartado independiente, y es que es una horquilla excepcional, muy rígida y resistente y con un funcionamiento exquisito. Eso sí, para lograrlo hay que hacerle un set-up exquisito, no sólo regulando el sag, sino que gracias al Grip2 debemos regular el rebote y la compresión tanto en alta como en baja velocidad. Esta horquilla, además, cuenta con dos pequeños pulsadores en la parte trasera de las barras que sirven para igualar la presión ambiental con la presión del interior de las barras, logrando un funcionamiento más suave. La única “pega” es que es una horquilla con un peso razonablemente alto, 1,9 kg y que no cuenta con bloqueo, lo que deja claro su orientación endurera.
Lo mismo que decimos de la horquilla es aplicable al amortiguador Fox Float DPX2 Performance, que debemos ser un poco escrupulosos a la hora de hacer el ajuste inicial para sacarle el máximo partido. El amortiguador sí que se puede bloquear, incluso cuenta con las tres posiciones (Open, Medium y Firm), pero es de accionamiento en el propio amortiguador, lo que nos obliga a levantar la mano del manillar para manipularlo.
Las Giant TRX-29 son unas ruedas robustas, pero ligeras, con aro de fibra de carbono y un buje trasero con un sistema de triple trinquete y 30 dientes. El ancho exterior de la llanta es de 37 mm y el interior de 30 mm, lo que permite el montaje de neumáticos de gran volumen como los 2,4 y 2,5” que equipa esta Trance X Advanced PRO 29 1. El peso declarado es de 1.809 g.
Los neumáticos son unos Maxxis Minion DHF de 29x2,5” con protección 3C, Max Terra, EXO, TR delante y un Maxxis Dissector 29x2,4”, 3C, Max Terra, EXO, TR detrás; por supuesto en formato tubeless (la apuesta de Giant por el tubeless es de sobra conocida). El taqueado de ambos neumáticos, agresivo y con mucho agarre bajando, es muy bueno para terrenos secos y rápidos.
Otros componentes que destacan en la Trance X Advanced PRO 1 son el conjunto de manillar y potencia, teniendo un manillar Contact SLR de fibra de carbono y 780 mm de ancho con 20 mm de elevación y un diámetro de 35 mm que obliga a una potencia específica como la Contact SL, de aluminio y sólo 40 mm de longitud.
La tija telescópica, de cableado interno, también está firmada por Giant, se trata de una Contact Switch de 30,9 mm de diámetro y 150 mm de recorrido (para una bici de talla M). El sillín es un Giant Romero SL de 277x138 mm, un sillín específicamente diseñado para enduro, con un peso declarado de 245 g.
Tal y como he dicho en el texto general, la transmisión (y los frenos) están en manos de Sram con un grupo GX Eagle de buen funcionamiento y una elección bastante equilibrada, un plato de 30 dientes con el casete 10-52. Lo cierto es que por el peso y posición de la bicicleta el plato de 30 es una gran opción para la gran mayoría de los usuarios, ya que compensa ambas características a la hora de subir. El casete, por su parte, con un piñón pequeño de 10 dientes también ofrece un buen impulso a la hora de descender, y pocas veces tendremos la sensación de quedarnos cortos en tramos de pedaleo en bajada. La única “pega” que le veo a esta configuración es el excesivo salto entre la corona de 42 y la de 52, pero también reconozco que, en una bicicleta de este tipo, tener esa corona máxima es un buen “salvavidas”.
Los frenos Sram G2 R también merecen una mención por dos motivos principales: el primero es por su buena potencia de frenado (el freno delantero cuenta con un cuerpo de 4 pistones y un disco de 200 mm, mientras que el trasero es una pinza sencilla con un disco de 180 mm) y el otro es por la fácil posibilidad de adaptar el alcance de la maneta que tiene el sistema de Sram.
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